Europa vuelve a enfrentarse a la incertidumbre tras un período de estabilización temporal. Las reparaciones en curso de la pandemia han dejado a las industrias en puntos de partida desiguales. Los nuevos riesgos (operativos, políticos y cibernéticos) trastornaron algunos de los planes de recuperación anteriores. Sin embargo, los líderes europeos parecen estar mejor preparados para las nuevas perturbaciones. El 89% está de acuerdo en que pueden innovar con mayor velocidad que en el pasado. Al mismo tiempo, el 88% espera que sus negocios estén en territorio de crecimiento positivo este año. 

Para lograr el crecimiento, los líderes planean enfocar su actividad de innovación en la adopción de nuevas tecnologías y el desarrollo de nuevos productos y servicios. La mayoría también busca aumentar la eficiencia operativa mientras se enfoca en el crecimiento orgánico y nuevos productos en el próximo año. Sobresalir en todos estos vectores puede resultar un desafío frente a las barreras reportadas para la innovación: falta de tiempo, financiamiento y talento. 

En comparación con el año anterior, los líderes europeos están más preocupados por las debilidades en la adquisición de talento y las capacidades de innovación. Al mismo tiempo, los gobiernos locales los presionan para que actúen más rápido, emitiendo nuevas directivas para la digitalización y la descarbonización, así como los pares del mercado mejor financiados y con mejor personal. Dado que las “tecnologías emergentes” encabezan la lista de facilitadores de una mejor innovación, los líderes europeos creen que la inteligencia artificial, la computación en la nube y el aprendizaje automático los ayudarán a tener más éxito. De manera abrumadora, los líderes locales también están buscando oportunidades de innovación en energía renovable y electrificación.