En 2021 la economía salvadoreña registró un crecimiento de 10.3%, resultado con el cual se logró recuperar y superar los niveles de producción observados previo al inicio de la pandemia por COVID-19. En valores monetarios, el Producto Interno Bruto (PIB) de 2021 registró un valor de US$28,736.9 millones, superando el nivel del año 2020 en 17%, equivalente a US$4,173.9 millones.
El dinamismo registrado en 2021 fue un resultado combinado de múltiples factores de índole nacional e internacional. A nivel interno se destaca la diversificación en la producción nacional para atender demandas de productos industriales relacionados a las medidas de bioseguridad; la adecuación de los establecimientos de servicios para la modalidad de trabajo remoto-virtual, la recuperación e incremento del empleo, a lo que se sumaron medidas gubernamentales para favorecer la recuperación económica, tales como el incremento al salario mínimo, los programas de financiamiento a las MIPYME y de apoyo al sector agropecuario, el equipamiento de docentes y estudiantes de instituciones públicas con computadoras, la ejecución de obras públicas en infraestructura, la campaña de vacunación contra el COVID-19, entre otras.
Por su parte, entre los factores externos que favorecieron el crecimiento se encuentra la reactivación paulatina de la cadena de suministros, el aumento de la demanda de productos salvadoreños por parte de los principales socios comerciales y el aumento de las remesas familiares.
Como resultado de todo lo anterior, se registró un aumento de la producción en las 19 ramas de actividad económica, siendo las que más aportaron a la tasa de crecimiento de la economía salvadoreña: restaurantes y hoteles (36.5%), transporte y almacenamiento (17.0%), actividades de salud humana y de asistencia social (16.7%), industrias manufactureras (12.2%) y comercio y reparación de vehículos (9.7%).
La medición del PIB desde el enfoque del gasto refleja un crecimiento en los niveles de consumo privado y público de 15.4% y 7.2%, respectivamente, además de una mayor inversión pública y privada, con un aumento de 29.5% y 23.9% cada una, mientras que las exportaciones crecieron 26.1% y las importaciones 26.6%.
Asimismo, los distintos ingresos contabilizados dentro del PIB presentaron los siguientes incrementos: las remuneraciones de asalariados crecieron 10%, el ingreso de trabajadores por cuenta propia (ingreso mixto) aumentó 16.2%, las ganancias de las empresas un 19.7% y los impuestos netos de subvenciones reportaron un alza de 35.4%.
Con la información disponible a la fecha y considerando los efectos de los hechos más recientes del entorno nacional e internacional, el Banco Central de Reserva proyecta un crecimiento económico de 3.2% para El Salvador en 2022.
Entre los factores determinantes del comportamiento de la actividad económica y las perspectivas para el presente año están: La mayor cobertura de la población salvadoreña vacunada contra el COVID-19, el impulso a la inversión pública por parte del Gobierno para el desarrollo de infraestructura, la continuidad de diversos proyectos de inversión privada que iniciaron su ejecución en 2021 y los nuevos proyectos que comenzarán a desarrollarse en este año, así como las distintas estrategias y políticas que el Gobierno implementará para apoyar el desempeño económico; sin embargo, hay otros factores que podrían limitar el ritmo de crecimiento económico, tales como la ralentización del crecimiento económico de los principales socios comerciales, el aumento de los precios de las materias primas y bienes finales debido a las tensiones geopolíticas y a la interrupción de la cadena de suministros, además del aumento de las tasas de interés por el endurecimiento de la política monetaria de Estados Unidos.
La proyección de crecimiento económico del Banco Central de Reserva confirma que en 2022 la economía salvadoreña continuará creciendo a una tasa superior al promedio de las últimas tres décadas.
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